La Justicia determinó que Abigail Páez, pareja de Magdalena Espósito Valenti, mamá de Lucio Dupuy, sea incorporada a la lista nacional de abusadores sexuales. 

A mitad de febrero de este año ambas mujeres fueron encontradas culpables y sentenciadas a prisión perpetua por el crimen de menor de cinco años en 2021 en La Pampa y en las últimas horas la Justicia anunció que Páez integrará el Registro de Procedimiento y Notificación de Antecedentes de condenados por Delitos contra la Integridad Sexual (RACIS).

A pesar de que es un listado perteneciente a la provincia existe un convenio que la ingresa también a nivel nacional. Este registro lo que genera es obtener datos y perfiles genéticos de aquellas personas que hayan sido condenadas por delitos contra la integridad sexual.

Aunque son confidenciales y de estricta protección ambos registros revelan: nombre y apellido, fecha y lugar de nacimiento, huellas dactiloscópicas y genéticas, fotografía, el domicilio donde vive actualmente y donde ocurrieron los hechos, descripción de los delitos que llevan a su registración, su carácter de participación en dichos delitos y pena recibida.

El viernes 17 de febrero Abigail fue condenada a reclusión perpetua por los delitos de "homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento, en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal, ejecutado con un objeto fálico, agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente".

Con relación a Magdalena, mamá de Lucio, los jueces Alejandra Ongaro, Daniel Sáez Zamora y Andrés Olié indicaron en la lectura de la pena que se aplicó el principio de in dubio pro reo, es decir, el beneficio de la duda en favor de la imputada por lo que fue absuelta por el delito de abuso sexual.

Ambas se encuentran alojadas en el Complejo Penitenciario N°1 de San Luis en la misma celda. Ante el conocimiento de este "beneficio" el abuelo y papá de Lucio manifestaron que sean separadas. 
 
 
 Escrito por Micaela Cendra  
NA - Buenos Aires, Argentina