Toques, sobrepasos y cuatro autos a la par: la dramática definición en el Turismo Pista

La bandera a cuadros cayó sobre el circuito Nº 12 del autódromo de Buenos Aires y, en una fracción de segundo, Agustín Canapino transformó la historia del Turismo Pista. En una definición que mantuvo en vilo a los fanáticos, el piloto de Arrecifes pasó del cuarto al primer puesto en los últimos metros de la Final de invitados de la Clase 3, adjudicándose la victoria en la emblemática "Carrera de los 300 Pilotos“. El regreso de la categoría al trazado porteño, tras casi 14 años de ausencia, se selló con una llegada de película: cuatro autos cruzaron la meta separados por apenas milésimas, en una de las competencias más electrizantes que recuerda el automovilismo argentino.

Una carrera de vértigo: cambios de liderazgo y protagonistas

El espectáculo que ofreció la Clase 3 del Turismo Pista en Buenos Aires superó todas las expectativas. La competencia, disputada en el marco de la sexta fecha del campeonato 2025, se desarrolló sobre el circuito de 5.641 metros y estuvo marcada por la intensidad desde la largada. El regreso al circuito Nº 12, que no recibía a la categoría desde octubre de 2011, aportó un condimento especial a la jornada.

Durante las 10 vueltas de la Final de invitados, la lucha por la punta fue constante. Cuatro pilotos diferentes lideraron la prueba en distintos momentos, y se registraron al menos 20 cambios de posiciones entre los cinco primeros puestos. El grupo de punta estuvo integrado por figuras de peso: además de Agustín Canapino, participaron Thiago Martínez (al mando del Toyota Etios de Juan Arenaga), Joaquín Cafaro (con el Renault Clio de Martín Leston), Germán Todino (con el Etios de Ezequiel Bosio) y Nicolás Moscardini (con el Etios de Martín Hermida).

La competencia se mantuvo abierta hasta el final. Martínez, representante de Santa Cruz, supo comandar el pelotón en varios pasajes, mientras que Cafaro y Todino también alternaron en la vanguardia. Moscardini, en cambio, perdió sus opciones tras una salida de pista a la altura de Salotto, lo que lo dejó fuera de la lucha por la victoria.

El desenlace de la carrera quedará grabado en la memoria de los aficionados. Canapino, que había largado desde la quinta posición, se mantuvo expectante en el grupo de punta durante toda la competencia. En el último giro, ingresó a la horquilla en la cuarta colocación, mientras los tres líderes —Cafaro, Todino y Martínez— se disputaban la cuerda con maniobras al límite.

Fue entonces cuando el piloto de Arrecifes, con pasado en la IndyCar, apostó por una acción arriesgada: dobló por afuera, estiró el frenaje al máximo y logró salir con mayor velocidad hacia la recta principal. La maniobra resultó decisiva. Canapino cruzó la meta apenas 0,029 segundos por delante de Martínez, 0,038 sobre Cafaro y 0,041 respecto a Todino, en una llegada tan ajustada que los cuatro autos parecían fusionarse en la línea de llegada.

El resultado final, sin embargo, se vio alterado por una sanción. Thiago Martínez, que había cruzado la meta en la segunda posición, recibió un recargo por "sobrepaso indebido" sobre Cafaro, lo que lo relegó al cuarto puesto. Así, la clasificación definitiva dejó a Canapino como ganador, seguido por Cafaro, Todino y Martínez, todos separados por menos de medio décima de segundo.

Las redes explotaron con la definición y no faltaron quienes la compararon con la resolución de la carrera que da comienzo a la película Cars, en la que el Rayo MacQueen, Chick Hicks y Strip Weathers (el Rey) cruzaron la línea al mismo tiempo, aunque el protagonista lo hizo sacando la lengua. El sitio Motorsport, incluso, compartió una foto en X con las dos imágenes.

Tras la bandera a cuadros, Agustín Canapino compartió sus sensaciones en diálogo con Campeones Radio y AM590 Continental. El piloto, que condujo el Chevrolet Onix de su hermano Matías Canapino, describió la definición como “increíble” y destacó el nivel de espectáculo que ofrece la categoría.

“Es una definición increíble, pero esta categoría ofrece este tipo de espectáculos. Estaba resignado, pensé que la carrera ya estaba perdida… Al Onix le cuesta mucho en las rectas, pero quería estar cerca por si pasaba algo. Cuando vi que los tres de adelante se apretaban, estiré el frenaje por afuera todo lo que pude y me salió la heroica…“, relató Canapino.

El piloto de Arrecifes subrayó la dificultad de la maniobra y la importancia de mantenerse atento hasta el final. Su capacidad para aprovechar la oportunidad en el momento justo fue clave para alcanzar una victoria que, por la forma en que se dio, ya forma parte de los grandes hitos del automovilismo nacional.

Racha triunfal: cinco victorias consecutivas en distintas categorías

La victoria en la “Carrera de los 300 Pilotos” no es un hecho aislado en la temporada de Agustín Canapino. Según detalló Campeones, el arrecifeño acumula una racha de cinco triunfos consecutivos en diferentes categorías del automovilismo argentino. El 29 de junio se impuso en la TC Pick Up en La Plata; el 6 de julio ganó en el Turismo Carretera 2000 en Termas de Río Hondo; el 13 de julio se llevó la victoria en el Turismo Carretera en Concepción del Uruguay; y en la jornada del regreso al autódromo de Buenos Aires, sumó dos éxitos más: uno en el Turismo Carretera 2000 (circuito Nº 8) y otro en el Turismo Pista Clase 3 (circuito Nº 12), ambos compartiendo binomio con su hermano Matías.

Próxima cita y relevancia histórica del evento

El calendario del Turismo Pista continuará su curso del 29 al 31 de agosto, cuando la categoría dispute la séptima fecha del campeonato en el autódromo de Río Cuarto, provincia de Córdoba. El evento, que compartirá escenario con la TC Pick Up y la TC Pista Pick Up, promete mantener el alto voltaje competitivo que caracterizó la jornada porteña.